( Un joven Carlos V; Museo municipal de Boug en Brese) |
Conocido de todos es que el Archivo Histórico de Jerez conserva numerosos
documentos relativos a la historia de nuestra ciudad. Otros documentos, como el
que traemos hoy a colación, se refieren a determinados hechos relacionados con
la monarquía como celebraciones de nacimientos o funerales, hechos de guerra de
especial importancia y otras noticias de especial interés. Estos, muchas veces,
son comunicados a la ciudad por cartas remitidas por diversas personalidades o
por los propios reyes que hacen saber directamente a la ciudad esta noticias
que consideran de interés del reino. Éste es el caso de la carta que Carlos I
envía a la ciudad de Jerez comunicando su reciente coronación como Emperador de
Romanos por el papa Clemente VII.
Antes Carlos I ya se había dirigido por carta
a la ciudad comunicando su llegada a Santander para hacerse cargo del reino,
junto a la reina Juana, a la muerte de
su abuelo Fernando el Católico; carta que también se conserva en el archivo
junto a otra fechada en Toledo en noviembre de 1525 dando cuenta de su venida a
Sevilla para el matrimonio con Isabel de Portugal así como otra carta, de abril
de 1526, de la propia Isabel de Portugal dando las gracias al Concejo jerezano
por la felicitación que el cabildo municipal le había hecho llegar por sus
bodas a través del caballero veinticuatro Juan López de Carrizosa y el jurado
Juan Melgarejo quienes fueron los encargados de llevar esta felicitación de la
ciudad de Jerez a Sevilla.
Volviendo al documento que nos ocupa:
comunica el Emperador a la ciudad de Jerez su inminente coronación por el Papa
en la ciudad de Bolonia.
Carlos V ya había sido coronado emperador el
23 de octubre en Aquisgrán en octubre de 1520 en una solemne ceremonia
religiosa tras una fastuosa entrada triunfal en la ciudad rodeado de los
Grandes de España y los príncipes electores del Imperio, aclamado por el pueblo
que contempla asombrado el cortejo prodigioso de príncipes y nobles precediendo
al emperador.
Sin embargo, Carlos V deseaba ser coronado en
Roma por el propio Papa, al igual que Carlomagno (lo que entre otras cosas le
otorgaba el derecho a nombrar a su sucesor para el Imperio). Esta coronación
papal había caído en desuso y, como ejemplo, el propio abuelo de Carlos, el
emperador Maximiliano I nunca llegó a ser coronado en Roma, pero Carlos,
convertido en el soberano más poderoso de la Cristiandad por su fabulosa
herencia territorial recibida de sus abuelos españoles y germanos deseaba
recuperar para él esta costumbre.
Carlos V acompañado del pontífice Clemete VII entra en Bolonia para su coronación como emperador ( Juan de la Corte. Museo de Santa Cruz. Toledo) |
Finalmente, tras arduas conversaciones y
negociaciones, logra que, diez años después de su coronación en Aquisgran, el
Papa le ciña la corona de emperador, aunque finalmente no se producirá esta
coronación en Roma, sino en Bolonia, por las circunstancias que explica el
propio rey en la carta dirigida a Jerez.
Finalmente el 23 de febrero de 1530, en una
ceremonia suntuosa recibe del Papa la corona del Sacro Imperio Romano Germánico.
Ya no volverá un Papa a coronar otro emperador hasta la coronación de Napoleón
I.
Para la transcripción del documento respeto
la ortografía original aunque para facilitar la lectura sigo las normas
actuales de acentuación y separación de palabras. Igualmente, para facilitar la
lectura añado algunos signos de puntuación mínimos, inexistentes en el
original. En caso de algunas palabras ilegibles o que no consigo transcribir lo
señalo con puntos suspensivos.
CARTA DE
CARLOS V COMUNICANDO A LA CIUDAD DE JEREZ DE LA FRONTERA SU CORONACIÓN COMO
EMPERADOR POR EL PAPA.
(ARCHIVO MUNICIPAL DE JEREZ DE LA FRONTERA,
AHR c3, 63).
Dice la carpeta del expediente: “Siglo XVI,
fecha 1530, materia, papel. Reinado Carlos I, nació 1500, murió 1538. Asunto:
Dando cuenta a Jerez de haber sido coronado como Emperador. Estado, regular.
Vª3.
Transcripción del documento:
Añadido a lápiz: “7 de marzo 1530”.
El Rey
Conçejo, Justiçia, veintiquatros, cavalleros,
escuderos, ofiçiales y omes buenos de la çibdad de Xerez de la Frontera. Ya
avréys sabido la paz que asenté con los veneçianos y el ... del duque de Milán
a nuestro serviçio y la liga que se hizo para defensión de Ytalia, que heran
las cosas que más convenýan por el buen efetto de la paz, en lo que solamente
tuve respetto al bien general; y también
he procurado y trabajado y procuro y trabajo de tomar algunos buenos medios en
lo que pueda por asentar de Ytalia para que la dicha paz quede más çierta tengo
acordado ... de yr a coronarme a Roma provisto la neçesidad que ay de mi yda en
Alemania, así para el socorro del serenísimo rey de Ungría mi hermano que la
tiene grande, por aver dejado el turco cantidad de gente con el Bayboda[1]
en Ungría, como para procurar algunos remedios a las settas luretanas y otras
que cada día son mayores y si no se ataja todo se acabará de perder que no será
pequeño daño y aún peligro de toda cristiandad; y la priesa que el dicho señor
rey me da y lo que me scriven y suplican muchos pueblos y prínçipes del
Imperio, y porque todo esto prinçipalmente es a causa de Dios, y aquí yo tengo
obligaçión forçosa, he acordado, de yr en forma de ver el remedio que podré
dar; y porque si me oviera de coronar en Roma no pudiese ser syn mucha dilaçión
que trajera grandes inconvenientes, determiné de tomar las coronas en esta
çibdad de Bolonia, asy por las causas antedichas porque después de averlo yo
mandado muy bien mirar paresçió que reçibiéndolas de manos de Su Santidad y en
Ytalia todo es de un efetto, tomarlas en Roma o en cualquier otra parte; y así gracias a Nuestro Señor yo
reçibí martes día de... que fueron veintidós de febrero la corona de rey de
Lombardía y el jueves siguiente, día de santo Matías, la de emperador con todas
las ceremonias y solemnidad que en tales casos se han siempre acostumbrado; y
luego me partiré para Alemania donde tengo convocada la dietta y ... con ayuda
de Ntro Señor dar en las cosas de allá con tal asiento y horden quelsea... y
redunde en bien general de la cristiandad porque con brevedad pueda volver a
esos reynos a regirlos y gobernarlos como lo deseo; entretanto yo mando proveer
de armada y de lo demás que conviene para la buena guarda y defensa dellos; ruego(o)s
y encarg(o)os que el tiempo que durare esta ausençia syrváys a la emperatriz y
reyna my muy cara y muy amada mujer y obedezcáis y cumpláys sus mandamientos
como los de mi misma gloria y hagáis en lo que se ofreçiere lo que debéys y sos
obligados; de vuestra fidelidad lo espero. De Bolonia a siete de março de mil e
quinientos e treinta años. Yo el Rey.
[1] DRAE: Del eslavo vaivod 'príncipe'.1. m. Título que se daba a los soberanos de Moldavia,
Valaquia y Transilvania.
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